Esta es una hermosa serie catalana que en 40 capítulos nos hace replantear muchas cosas sobre la vida, nuestra vida nada menos, de la mano de la filosofía. Simpática, irónica, rebelde y contestataria, es un desafío a los convencionalismos, una invitación a asumir quienes somos y qué queremos.
Sinopsis
Merlí Bergeron (Francesc Orella) es un profesor de filosofía desempleado y a punto de ser desalojado de su departamento por deber un año de alquiler, cuando su ex esposa, que se va vivir a Roma por un mejor trabajo y una nueva pareja, le deja a su cuidado a Bruno (David Solans), hijo de ambos, un adolescente de 16 años. Padre e hijo van a vivir a la casa de la madre de Merlí, Carmina Calduch (Ana Maria Barbany) cuando al profesor le surge una suplencia en el colegio de Bruno. A partir de allí, Merlí, con métodos poco ortodoxos, buscará que sus alumnos piensen, reaccionen, analicen y opinen, ayudando a “los peripatéticos”, como los ha dado en llamar, con sus problemas personales. Esto no siempre es bien recibido por algunos padres y ciertos profesores que ven mermada su propia autoridad por un profesor políticamente incorrecto.
Opinión personal
Amé esta serie. De Merlí se pueden decir muchas cosas: te puede fastidiar, sorprender, irritar, enamorar, divertir, emocionar, pero seguramente no te va a dejar indiferente. Es una serie muy crítica acerca de los problemas sociales, culturales y humanos.
Si creías que la filosofía era aburrida esta serie te va a demostrar que estabas equivocado. Personalmente, me motivó a indagar más sobre el pensamiento de cada filósofo una vez terminado el capítulo y es que si algo tiene Merlí es pasión por la filosofía y sabe transmitirla.
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